24 de mayo de 2009

Un llamado de atención

“Una vez más El Salvador se encuentra atravesando un momento trascendental en su historia política, económica y social, al estar en vísperas de uno de los procesos políticos más intensos a nivel regional cuando una de las derechas más longevas del continente pase a manos de una de las izquierdas más combativas de Latinoamérica las riendas del estado en el marco de un proceso de transición democrático, proceso de transición que tiene como contexto una crisis económica internacional y un estado salvadoreño inmerso en una ruina económica con un déficit de 4.6% y con una sociedad salvadoreña que muestra fuertes expectativas de cambio en beneficio de su calidad de vida.”


Con el triunfo del FMLN de mano de su candidato Mauricio Funes en las urnas el pasado 15 de Marzo se rompe con la hegemonía (en palabras Gramscianas) detentada por el partido de derecha ARENA a cargo de las riendas del estado y sus respectivas instituciones desde la firma de los acuerdos de paz en 1991. Un cambio de gobierno que se traduce para el 51.36% del electorado nacional (Según datos del Tribunal Supremo Electoral) que voto a favor de una depuración del gobierno tricolor, en un cambio estructural que atraviese la vuelta de confianza perdida en todas las instituciones del estado, en una mejora considerable en las condiciones de Salud y Educación pública principalmente, que han sido ignoradas durante 20 años por el ejecutivo, realidad que es expuesta a partir de las paupérrimas condiciones en las que actualmente se encuentran inmersos todos los servicios públicos prestados a la sociedad salvadoreña, servicios que en realidad son derechos inalienables para todo salvadoreño y que lamentablemente no pueden ser de su pleno goce debido a las penosas condiciones en las que se encuentran los centros de atención hospitalarios al no contar con medicamentos necesarios para las demandas de la población y con centros de educación pública que excluyen a todo aquel que escasea de condiciones necesarias (económicas, sociales) para asistirse de dicha formación académica.



Es lamentable entonces que sea de nuestro conocimiento como sociedad civil que actualmente El Salvador detente un déficit estimado para 2009 de $1,058 millones de dólares y es más lamentable aún que se le adjudique la causa de dicha crisis económica nacional a la coyuntura financiera que se vive actualmente en todas las economías alrededor del mundo, cuando en realidad desde el gobierno –aún en funciones- se han subsidiado servicios que son insostenibles para la estrecha capacidad de las arcas del estado mientras han descuidado servicios públicos que son de vital importancia para el desarrollo de la sociedad civil y que lejos de ser un beneficio a futuro, han generado un considerable gasto nacional que se traduce en una deuda que será adquirida por todos y cada uno de los Salvadoreños que vivimos dentro y fuera del territorio nacional de manera indirecta. Una razón más por la cual esta sociedad salvadoreña que es el principal afectado de las erradas decisiones políticas y económicas que se han tomado a lo largo de la historia nacional este a la expectativa de la consolidación de propuestas que le fueron presentadas durante toda la campaña electoral por el que en pocos días se convertirá en el nuevo gobierno oficial, propuestas que remarcan un rescate por el desarrollo pleno de la sociedad salvadoreña, a partir del goce de sus respectivos derechos sociales y una mejoría en su calidad de vida a partir de la construcción de más y mejores instituciones que velen por que estos derechos sean brindados de manera digna a cada salvadoreño y salvadoreña y por otro lado propuestas focalizadas en la re-construcción del tejido productivo nacional de manera que podamos consolidarnos como una economía productiva, solvente e independiente.



El llamado de atención es para el nuevo gobierno y este es que no se olviden de sufrido pueblo que los ha votado por que percibió en sus propuestas la realidad de poder mejorar su condición social y económica, que cada propuesta sea a favor de todo salvadoreño y salvadoreña tanto dentro como fuera del territorio, que primen los intereses generales por sobre intereses políticos particulares para que las discusiones acerca de proyectos políticos contrapuestos no sean de relevancia para el desarrollo de nuestro querido país, el reto es este: plasmar un buen precedente a partir de la instalación de una relación horizontal entre la sociedad política y la sociedad civil y romper de esta manera con el modus operandi tradicional, que solo ha generado una mirada de desconfianza hacia la institución política más importante que es el Estado.