


Se ve en la actualidad política un fuerte protagonismo de los diferentes candidatos que no representan en forma directa a su respectivo partido, sino más bien y por otro lado realizan un discurso en base a sus percepciones y decisiones que tienen como cometido barrer con la máxima cantidad de votos posibles del electorado, son nuevas estructuras partidarias que se van volcando por medidas que beneficien tanto a su electorado fiel ó adherente como a su vez a un nuevo electorado, el electorado simpatizante que vota por el partido que mejor le convenga con respecto a sus necesidades e intereses personales, de forma que las figuras predominantes en el partido se van alejando de los lineamientos principales de este y van optando por un nuevo modelo a seguir, en base a percepciones personales y por otra parte a influencias de instituciones y personalidades externas ó grupos de interés que buscan por su lado, de alguna manera el intervenir en el poder político, a través de su influencia económica sobre el financiamiento de la campaña de determinadas estructuras partidaria.
Por otro lado vemos como dentro del electorado se producen una serie de fluctuaciones e inestabilidades en el voto, el hecho consuetudinario de votar al mismo partido en base a una herencia familiar se rompe y surge dentro de este electorado nuevas demandas e intereses que deben ser escuchados en el escenario de esta obra política, surge dentro del argumento de cada uno de los actores políticos nuevas modificaciones con el fin de satisfacer la demanda de aquella pujante audiencia que exige calidad en la actuación de estos, de modo que surge lo inesperado: una importante disección en la relación entre el director y los actores de determinados partidos políticos, unos por una parte defiende el status quo establecido y las relaciones tradicionales del partido con su respectivo grupo de electores adherentes y por otra parte actores que buscan el reconocimiento y apoyo del mayor número posible de particulares dentro de la audiencia sin perder su voto fiel buscan el voto simpatizante.
De acá surge la crítica que nosotros con nuestro poder de audiencia podemos hacer al respecto de esta obra, y es una tan sola: "La actuación no solo consiste en representar vagamente a un determinado personaje, se trata de vivir, identificarse y sentir al personaje que se representa, con el fin de actuar no solo por la satisfacción de algunos, sino por la propia satisfacción de saber que hemos actuado correctamente en beneficio de aquellos, de estos y de nosotros, por lo cual no exigimos actores políticos que actuen con el fin de ser elogiados por su vana actuación, exigimos actores políticos que produzcan en nosotros pasión, amor e interés en la política ya que al final ese es su principal cometido", la pregunta es ¿Poseemos verdaderamente una oferta de actores de este tipo que busquen incorporarse a la obra política y satisfagan la creciente demanda de esta audiencia ó será acaso por otro lado que esta oferta es alarmantemente precaria en nuestras respectivas sociedades y sea incapaz de satisfacer nuestra demanda?

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